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Notas

“Tenemos un rico recorrido económico que debe ser conocido”

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“El libro lo publiqué en inglés y mediante Amazon, porque necesitamos exportar nuestra historia económica”, explicó José Cantero, autor del libro Paraguay “An Economic History”. Resaltó que el país cuenta con gran recorrido económico, que tiene que ser conocido y valorado a nivel mundial por catedráticos, inversionistas, estudiantes. “Las vicisitudes y aventuras económicas de Argentina y Brasil son muy bien conocidas a nivel mundial, pero lamentablemente no se conoce nada de Paraguay”, dijo Cantero, al ser consultado sobre la motivación que tuvo para elaborar este libro.

Lo más importante es que la historia económica sea un instrumento para que como sociedad se tenga una mejor interpretación de dónde está parado el país en la cancha económica, porque los riesgos globales que se avecinan para Paraguay son muy distintos a los que se ha experimentado en la última década, afirma.

¿Cuál es el sentido de un libro de historia, en este mundo de tanta innovación en el que vivimos?
–La historia como una recolección de datos, sucesos y fechas, tal como nos enseñaron en el colegio, es obsoleta. Este no es un libro que interpreta a la historia como una recolección de datos económicos que sucedieron en tal o cual o fecha. Más bien, pretende identificar algunas pautas o guías para comprender dónde estamos parados y qué camino debemos emprender. Para mí es imposible desasociar a la historia de la economía. La historia es como una máquina del tiempo, pues somos hoy lo que fuimos ayer. El presente no es más que una alfombra que viene desenrollándose desde el pasado. Nos encontramos en este punto llamado presente debido al camino que hemos emprendido y las decisiones que hemos tomado como sociedad.

Y desde el presente, que no es más que un cúmulo del pasado, tenemos que interpretar dónde realmente estamos parados y hacia dónde nos proyectamos en este mundo tan cambiante, a qué velocidad podemos llegar y qué hacer para no dispersarnos o descarrilarnos en el proceso.

–En el presente en el que nos encontramos ¿ve algún hecho positivo a señalar?

Nuestra travesía económica ha dejado huellas muy marcadas, que son como fósiles que están a simple vista que deben ser reanalizadas para redefinir nuestro nuevo modelo económico. Estas pistas también señalan elementos demasiados positivos que deben ser valorados.
Por ejemplo, por primera vez en nuestra historia económica de país soberano, de más de 200 años, la expansión económica ocurre en un período democrático. Se trata de un ciclo de expansión económica fabuloso de más de diez años, el cual, finalmente se ha hermanado con la democracia, demostrando nuestra mayor madurez como sociedad. Otro elemento único es que por primera vez en un período democrático nuestra economía está creciendo pese a que Brasil y Argentina están en recesión. Esto demuestra una resistencia macroeconómica y una mayor competitividad empresarial cada vez más globalizada.

–¿Existen algunos tips o enseñanzas que podemos rescatar de la historia económica?

–Las enseñanzas son muy obvias. Si lees los diarios de la década del 40, por ejemplo, en esencia no habría mucha diferencia con lo que hoy discutimos como sociedad. Seguimos siendo una sociedad realmente incapaz de consensuar y comprometernos con decisiones de reforma. Tenemos una tendencia de ser una sociedad conservadora, a tal punto, que no emprendemos reformas trascendentales, preferimos el status quo quizás porque interpretamos que cualquier cambio es equivalente al beneficio de unos en detrimento de otros. La historia también nos enseña que nuestra discusión se centra en la coyuntura y no en la política económica de largo alcance. A lo máximo que llegamos a discutir es: cómo va a estar el crecimiento, la inflación y el Presupuesto de la Nación para el próximo año. Realmente siempre nos ha costado como sociedad sintonizar y mantener debates profundos respecto al futuro.

Otra lección económica de la historia es que somos campeones en estabilidad macroeconómica, pero no tan buenos en las otras dimensiones de la competitividad. Nuestra larga historia económica nos enseña que las reformas económicas son parches muy removibles por las pujas partidarias, enfrentamientos de poderes del Estado o por los gobiernos de turno.

–¿Cómo analiza la situación actual? ¿Cuáles son los riesgos?

La historia tiene leyes, y una de ellas dice que los ciclos nacen, crecen, maduran y se agotan. Hay muchas señales para sospechar que el ciclo de la economía liberal global está en etapa de agotamiento y que el mundo entrará en un nuevo orden. Los partidos políticos en los países desarrollados, tanto de derecha como de izquierda, se están radicalizando hacia un mayor nacionalismo. Los líderes nacionalistas están surgiendo porque existe un gran espacio para el discurso de levantar murallas. Entonces, las oportunidades de expansión económica serán muy limitadas en ese futuro. De ahí la necesidad de redefinir nuestro modelo económico fortaleciendo la competitividad.

La historia nos enseña que Paraguay no está para nada ajeno a estas tendencias o ciclos mundiales. En ese futuro probable se puede vaticinar que surgirán en nuestro país líderes con discursos radicales, quizás antiextranjero, antiempresas, o anti lo que fuese. Y, lo peor, es que nosotros también les votaremos, porque al existir menos oportunidad económica, la razón queda relegada por la emoción. Al menos eso nos dice la historia. Me atrevo a decir, que en los últimos años ya hemos tenido medidas con visos populistas. Pero la historia también nos alecciona que ante estos riesgos, la cordura, la sensatez y el sentido común deben prevalecer.LN

ALMOR PARAGUAY.
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